Museo del Foro Romano

Lugar: Cartagena (Murcia)

Fecha: 29 de febrero a 3 de marzo 2024

Carthago Nova: Viaje arqueológico a Cartagena

Cartago Nova, nombre romano de la actual ciudad de Cartagena (Cartago Spartaria en época bizantina), fundada hacia el año 227 a. C. como Qart Hadash (Ciudad Nueva) por el general cartaginés Asdrúbal, seguramente sobre un asentamiento anterior ibérico o tartésico, conserva una gran cantidad de restos arqueológicos de su larga historia: muralla púnica (siglo III a. C.), anfiteatro, teatro y foro romanos, la Casa de la Fortuna, la Domus del Pórtico, la columnata romana, muralla bizantina, etc., y monumentos de época moderna como el Castillo de la Concepción, que muestra la evolución arquitectónica desde la Edad Media musulmana al siglo XX, así como importantes museos que guardan parte de esos yacimientos y de los bienes culturales encontrados en ellos: Museo Arqueológico Municipal, Museo Nacional de Arqueología Subacuática, Museo del Teatro Romano y Museo Foro Romano. Molinete.

Tres días dedicados a explorar la historia cartagenera, incluyendo un paseo en barco por la bahía para comprender mejor la situación estratégica de la ciudad.

Crónica del viaje a Carthago Nova

Salimos a las cuatro de la tarde de un jueves, lo que ya nos indica que se trataba de un viaje diferente al fin de semana habitual: había mucho que ver en un intenso programa y con unos horarios muy precisos para no desbaratar las visitas y la logística que con tanto esfuerzo programaron los organizadores. Así fue, pocas veces se ha visto tan estricto cumplimiento por un grupo tan numeroso del plan de visitas y de todas las indicaciones que se daban, lo que facilitó el éxito del viaje.

Teníamos por delante muchos kilómetros y avanzamos hacia Levante mientras la tarde transcurría, con una corta parada y un largo bocadillo, llegando a Cartagena ya anochecido, en una extensa planicie inundada de luces que al día siguiente descubriríamos a la luz del sol.

Tres días llenos de sorpresas, desde los restos arqueológicos, los museos, el mar, las minas, el paisaje, el puerto, la arquitectura…, todo ello enmarcado en tres mil años de historia relatada, explicada y mostrada por los mejores expertos, que nos transmitieron sus conocimientos y nos regalaron su tiempo de manera tal que Cartagena tendrá para siempre un lugar especial en nuestros recuerdos.

El grupo a la salida del Museo Arqueológico Nacional

El grupo a la salida del Museo Arqueológico Nacional

Tres museos que incorporan y exponen en su recorrido monumentos y grandes tramos de la ciudad antigua, restos arqueológicos conservados y visitables en el espacio urbano, como la Casa de la Fortuna, los fragmentos del cardo y el decumano y de la muralla púnica, un museo dedicado a la arqueología subacuática, el grandioso paisaje de la sierra minera y un paseo en barco por el puerto constituyeron el denso programa de los tres días. Reparadoras comidas intercaladas con las visitas, en establecimientos y menús muy bien elegidos, un buen hotel céntrico y las cenas libres en su entorno junto con la inmejorable compañía de los asistentes dieron como resultado un viaje estupendo.

Museo Arqueológico Municipal de Cartagena (Foto Andrés Carretero)

Museo Arqueológico Municipal de Cartagena (Foto Andrés Carretero)

Comenzamos con la visita al Museo Arqueológico Municipal para contextualizar lo que íbamos a visitar. Emplazado sobre una necrópolis tardorromana muestra unas magníficas colecciones de época romana como la epigrafía, la escultura y la minería. La visita se enriqueció con las explicaciones del director del Museo, Dr. Miguel Martín Camino, y de un admirable guía que nos hizo vivir en directo sobre la maqueta la estrategia de la conquista de la ciudad cartaginesa por Escipión.

Vitrina con material de minas romanas en el Museo Arqueológico Municipal de Cartagena (Foto Belén Martínez)

Vitrina con material de minas romanas en el Museo Arqueológico Municipal de Cartagena (Foto Belén Martínez)

El director del Museo, que nos acompañó en prácticamente todas las visitas, nos llevó a continuación a la Casa de la Fortuna, domus romana sobre la que hoy se levanta un edificio de pisos, bien preparada para los visitantes recreando sus estancias y su situación. Con esta visita entramos en contacto con la característica fundamental de Cartagena: una trama urbana de potente estratigrafía modelada por milenios de historia que han ido superponiendose dejando su huella desde los orígenes hasta el presente.

Casa de la Fortuna (Foto Andrés Carretero)

Casa de la Fortuna (Foto Andrés Carretero)

Continuamos a pie en un paseo en el que pudimos ver parte del cardo y del decumano, hasta el ascensor panorámico que nos llevó a la cima de la colina de la Concepción con una visión panorámica que nos facilitó la comprensión de la ciudad, su bahía y su territorio.

Cardo de Salvius (Foto Andrés Carretero)

Cardo de Salvius (Foto Andrés Carretero)

Atravesando un bonito parque descendimos hasta la entrada al Museo del Teatro Romano cuya visita fue toda una experiencia al contactar con las sucesivas ciudades superpuestas, los restos constructivos, los materiales recuperados en las excavaciones, completado con documentación gráfica y audiovisual. La directora, Dra. Elena Ruiz Valderas nos hizo una visita interesantísima, explicando el proceso histórico de la construcción del teatro, su ocultación con el paso del tiempo y su descubrimiento, recuperación y musealización, llevándonos hasta lo que se considera la última gran sala del recorrido: el Teatro.

Visita al Museo del Teatro Romano con la doctora Elena Ruiz (Foto Belén Martínez)

Visita al Museo del Teatro Romano con la doctora Elena Ruiz (Foto Belén Martínez)

Teatro romano con la ciudad de Cartagena de fondo (Foto Vega Orozco)

Teatro romano con la ciudad de Cartagena de fondo (Foto Vega Orozco)

Grupo en el teatro romano (Foto Nieves Herranz)

Grupo en el teatro romano (Foto Nieves Herranz)

Un reparador almuerzo nos preparó para la siguiente visita muy diferente a lo que ya habíamos visto y con un camino de acceso no muy cómodo. Se trataba del yacimiento minero Cabezo Rajao, punto importante de la Sierra minera de Cartagena-La Unión, con una topografía marcada por la explotación a cielo abierto desde época cartaginesa y romana hasta el siglo XX. Un paisaje cultural antiguo combinado con el industrial degradado y abandonado.

Minería antigua y "moderna" en el Cabezo Rajao (Foto Nieves Herranz)

Minería antigua y moderna en el Cabezo Rajao (Foto Nieves Herranz)

Cabezo Agudo visto desde Cabezo Rajao (Foto Jose Luis Poveda)

Cabezo Agudo visto desde Cabezo Rajao (Foto Jose Luis Poveda)

La belleza y grandiosidad del lugar a la luz del atardecer fue impactante, pero la explicación del guía Ignacio Benedicto no nos permitió olvidar la realidad y el riesgo que sufre la riqueza patrimonial del conjunto de bienes materiales e inmateriales que conforman la declaración de BIC de 2016, la situación social, ecológica y medioambiental y las gravísimas consecuencias de la brutal contaminación causada por el tipo de explotación y los vertidos al mar que se mantuvieron hasta fecha tan tardía como 1991.

El grupo en el Cabezo Rajao (Foto Nieves Herranz)

El grupo en el Cabezo Rajao (Foto Nieves Herranz)

Regresando a Cartagena contemplamos el monumento funerario republicano de Torreciega.

El día siguiente, sábado, estuvimos toda la mañana acompañados por el Dr. José Miguel Noguera, Catedrático de Arqueología de la Universidad de Murcia y director de las excavaciones del Parque Arqueológico del Molinete.

Sala del Museo del Foro Romano (Foto Jesús Sánchez)

Sala del Museo del Foro Romano (Foto Jesús Sánchez)

El doctor José Miguel Noguera explicando los contenidos del Museo del Foro Romano (Foto Lina Barrios)

El doctor José Miguel Noguera explicando los contenidos del Museo del Foro Romano (Foto Lina Barrios)

Sus explicaciones fueron una lección magistral que nos permitió conocer en profundidad la Cartagena romana a través de la visita al Museo del Foro Romano y el recorrido de los impresionantes restos arqueológicos de los principales edificios de la colonia como la Curia, el Santuario de Isis, las Termas, el edificio del Atrio, un tramo del decumano y una galería porticada de carácter comercial.

Parque Arqueológico del Molinete (Foto Andrés Carretero)

Parque Arqueológico del Molinete (Foto Andrés Carretero)

Santuario de Isis en el Parque Arqueológico del Molinete (Foto Jesús Sánchez)

Santuario de Isis en el Parque Arqueológico del Molinete (Foto Jesús Sánchez)

Grupo en el Parque Arqueológico del Molinete (Foto Nieves Herranz)

Grupo en el Parque Arqueológico del Molinete (Foto Nieves Herranz)

Tanto el Museo como la exposición del riquísimo conjunto de restos arqueológicos son proyectos muy recientes con restauraciones muy novedosas e interesantes tanto de la arquitectura como de los elementos decorativos como las pinturas parietales, los pavimentos, incluso una ventana recreada a partir de las láminas de lapis specularis procedente de los yacimientos de Segóbriga.

Como brillante cierre de la mañana visitamos en el entorno de la plaza de toros el último gran proyecto en ejecución que dirige el Dr. José Miguel Noguera: el anfiteatro. Sobrepasando en parte el perímetro de la plaza, que aprovechó los restos del anfiteatro en su construcción, en unos años aportará a Cartagena un nuevo y espectacular monumento que sin duda motivará a los Amigos del MAN a visitar de nuevo la ciudad.

Anfiteatro (Foto Belén Martínez)

Anfiteatro (Foto Belén Martínez)

Por la tarde visitamos un nuevo museo, el ARQUA, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, en el paseo del muelle Alfonso XII, acompañados por su director Dr. Rafael Sabio. Conocimos en profundidad (nunca mejor dicho) un nuevo patrimonio, el subacuático. Los materiales recuperados de los barcos de Mazarrón, el pecio Bajo de la Campana, los barcos naufragados en el entorno de la isla de Escombreras, el pecio del Dique de Navidad, y el extraordinario cargamento de la fragata Nuestra de las Mercedes, entre otros, nos guiaron en la apasionante ruta de las investigaciones subacuáticas, objetivo del ARQUA, que completa sus tareas en una enorme nave a las afueras de la ciudad, ARQUAtec, el laboratorio donde desarrolla las labores de conservación y restauración con un equipamiento y tecnología puntera y que visitamos a continuación.

Visita al ARQVA

Visita al ARQVA

Visita al ARQVA (Foto Nieves Herranz)

Visita al ARQVA (Foto Nieves Herranz)

El domingo, descansados después del intenso recorrido del día anterior, nos dispusimos a visitar la muralla púnica, fechada en la fundación cartaginesa de Asdrúbal y reutilizada por los romanos tras la conquista. Una vez más nos sorprendió la excelente conservación y protección de los restos arqueológicos y su preparación para la visita. De nuevo acompañados por Miguel Martín Camino, conocimos un completo sistema de fortificación de enormes muros con estancias interiores donde se situaban tropas y almacenes.

Muralla púnica (Foto José Luis Poveda)

Muralla púnica (Foto José Luis Poveda)

Habíamos comenzado nuestra visita a Cartagena en el Mirador de la colina de la Concepción, con una visión panorámica donde enmarcar la ciudad que íbamos a recorrer en esos días. Los organizadores tuvieron a bien terminar nuestro viaje con un paseo en barco por la bahía, acompañados por la Dra. Rocío Castillo, arqueóloga subacuática del ARQUA, para tener una imagen desde el mar del puerto de Carthago Nova, razón de su existencia como uno de los lugares más seguros del Mediterráneo, que marcó su desarrollo, configuración y personalidad y una visión de conjunto de la ciudad como la que tuvieron los navegantes al aproximarse por mar.

Puerto de Cartagena (Foto José Luis Poveda)

Puerto de Cartagena (Foto José Luis Poveda)

Hacía un día magnífico, muy soleado, pero con mucho viento, lo que obligó a acortar el paseo por el estado del mar pero Rocío Castillo nos explicó tan bien la historia, evolución y estructura del puerto y las distintas dársenas, el Arsenal, los astilleros, la base de submarinos, el dique Navidad, la isla de Estremera, el puerto comercial, el puerto pesquero, que suplió a la perfección el no haber podido completar el paseo marítimo por la dársena exterior. Al desembarcar nos hicimos una foto de familia junto al monumento en recuerdo de Julio Mas a quien tanto debe la arqueología submarina.

Grupo ante el monumento a Julio Más (Foto Nieves Herranz)

Grupo ante el monumento a Julio Más (Foto Nieves Herranz)

¿Qué resumen podemos hacer de lo que hemos visto en estos días dedicados a Cartagena?

Hemos aprendido muchas cosas sobre temas que dan lugar a la reflexión, y también al debate, como lo que significa la existencia de antiguas ciudades y culturas superpuestas para una ciudad actual. Hemos visto como Cartagena está salpicada de solares en situación de lo que podríamos denominar barbecho arqueológico, a la espera de aplicar los complejos procesos previos a la autorización y durante la ejecución de toda obra y confirmar si el proyecto de construcción previsto impone su rentabilidad patrimonial y cultural a los intereses inmobiliarios.

Puerto de Cartagena (Foto Lina Barrios)

Puerto de Cartagena (Foto Lina Barrios)

Hemos aprendido que la planificación urbanística de la ciudad actual y futura se diseña no solo en cota cero sino a partir del conocimiento de la enmarañada trama arqueológica que los investigadores han ido sacando a la luz y su posible y probable continuidad en solares adyacentes.

Que los elevados recursos y costes que exige cualquier proyecto de construcción o la pérdida de espacios habitables por su valor arqueológico, se compensen en el caso de Cartagena con la concesión de un aumento de volumetría, lo cual es un ejemplo muy claro de lo que supone edificar en las llamadas ciudades superpuestas.

Ampliamos el conocimiento de etapas históricas muy bien representadas en Cartagena. Hemos tenido la oportunidad de aprender mucho sobre la temprana presencia de los romanos en la Península Ibérica. Gracias al enfrentamiento con los cartagineses, a su magnífico puerto, a su riqueza minera, hemos visto y escuchado hablar de materiales y restos de cronología republicana, tan escasa en los yacimientos romanos peninsulares. También sobre el mundo fenicio, con la carga de los barcos de Mazarrón, los colmillos de elefante del pecio Bajo de la Campana que vimos en el ARQUA y su laboratorio, y sobre el mundo griego con las cerámicas expuestas en los museos que visitamos.

Puerto de Cartagena (Foto Javier Berastegui)

Puerto de Cartagena (Foto Javier Berastegui)

Con todo este bagaje dimos por terminada nuestra estancia en Cartagena con un almuerzo en el puerto pesquero y volvimos a casa dejando atrás el Mediterráneo que nos había acogido durante tres días dedicados plenamente a la arqueología.

Un viaje más que debemos agradecer a sus organizadores con Belén Martínez al frente y su estupendo “equipo”, al habernos programado un viaje magnífico, tan bien acompañado por los excelentes especialistas a los que también agradecemos el conocimiento y comprensión de Carthago Nova, Cartagena, que nos transmitieron. También una vez más debemos agradecer a nuestros compañeros de viaje su buenísima disposición, amabilidad y simpatía, componentes decisivos en el éxito del viaje.